domingo, 14 de noviembre de 2010

Día 3: Egipto

RRRIIIIIIIIINNNG, RRIIIINNNNNG, RRRIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINNNNNNNNNG!!!!!!

Nos llaman??!, pero, qué hora es?? Qué pasa???”
“Es de día, nos hemos dormido???”

………………

- Sii?? Buenos días, sí…… vale, gracias.-
- Nene, qué pasa???
- Puf! Yo que seee! Que es muy temprano!!!
- ¿Quién ha llamado? ¿qué te han dicho?
- Me han dicho que ya hemos llegado a puerto y que nos vemos abajo
- ¿Pero quién era?
- No sé…. Sería de la tripulación, yo que sé!
- De la tripulación? A nosotros? Pero te han dicho quien era??
- Yo que sé nena, hablaban en panchito
- Pues entonces será la tripulación. A lo mejor es que te despiertan… pero es que son… las seis de la mañana!!!!

Habíamos puesto el despertador a las 7, porque la excursión salía a las 8, pero es que eran las 6! No importa, media vuelta y a seguir durmiendo.

Desayunando, nos encontramos a los demás, y empezamos a hablar, lo primero que preguntamos fue: ¿oye, a vosotros  os han llamado para deciros que el barco ya habia llegado a puerto? Nooo?!.

Bueno, pues nada, seguimos ahí con nuestro desayuno y vemos que se acercan Wendy y Olga, lo típico, las saludamos, qué tal la noche y todo eso. Ellas iban a otra excursión, que salía a las 7 pero que se estaba retrasando un poco. Y en esto que Olga me dice:

- Pues nos ha llamado el padre de Wendy por teléfono a las 6 de la mañana para despertarnos, joder, menudas horas…

Hostia colegaa…. Era Estanco, el padre de Wendy, que se había confundido de número de habitación, quería llamar a sus amigos y nos ha llamado a nosotros, claro, por eso lo de “me han hablado en panchito”.

Todo solucionado, llegamos al bus, nos montamos, y se presenta el guía, un egipcio de pura cepa, que se llamaba Saladino, pero le podíamos llamar Saladh, Salado, lo que fuera menos Sandalio que en su país sandalio significaba “chancla” (y en el mío también).

Para nosotros era Saladito.

Como el día iba a ser muy duro y nos iban a llevar a comer a las 4 de la tarde, nos dieron a primera hora unas cajetas como las de los happy-meal con víveres para aguantar hasta aquella hora, además había en el bus dos neveras, una al lado del conductor y otra en los asientos de Pin y Pon con agua y refrescos fresquísimos. También había un WC muy cerca de los asientos de Pin y Pon, y claro, es el ciclo de la vida, si vas a la nevera a coger agua o coca-cola (que nadie sabía abrir la neverita de las narices) y te lo bebes, pues o retienes líquidos, o tienes que mearlos, y si a eso le sumas que los más jóvenes del bus con diferencia éramos nosotros…  Pues ya os lo podéis imaginar, para cuando llegamos a las pirámides, había un PESTE a meaos inmensa; pero eso sí, olía siempre y cuando aquello se removía algo, es decir, cuando entraban y salían, con la puerta cerrada del WC, aquello era gloria.

Al bajarnos del bus, la primera toma de contacto con Egipto, fue con un morillo que me dijo:

Gol de Iniestaaaaa, España!!!!

Lo siguiente que pensé fue “aquí pega el sol, eh?!

Y nada, pirámides, fotos, carreras, saltos, camellos secuestrando a turistas… Lo normal.

Fuimos a la Fortaleza de Saladino (que alli el nombre de Saladino será como aquí Manolo) y después a la Mezquita de Mohammed Ali.

Para entrar en la mezquita había que taparse, pero la verdad es que yo pensaba que iban a ser más estrictos, lo único que requerían es que llevases los hombros y las rodillas cubiertos, nada más. Esto era para entrar tanto en mezquitas como en iglesias, en Egipto y en Israel.

A la salida de la mezquita, hay un mirador donde se ve casi toda la ciudad de El Cairo, a los 10 segundos de estar allí, comenzó la llamada a la oración, todas las mezquitas de la ciudad (hay una mezquita cada, 300m aproximadamente) tienen que llamar a la vez. Hubo cuatro momentos en el viaje en los que se me puso la piel de gallina, ese fue el primero, de verdad, IMPRESIONANTE.

De ahí nos llevaron por fin a comer a un barco en el Nilo, mientras comíamos, nos iban dando una vueltecilla por el río, además, hubo espectáculo de la danza del vientre o algo parecido. Y desde el barquito sobre el Nilo, con la música del espectáculo, vimos el atardecer, que tampoco se queda corto.

Esa fue la ultima actividad del día, desde el barco nos montamos en los autobuses dirección al puerto. El viaje de vuelta fue larguísimo, íbamos super cansados y la verdad, estábamos en tensión, porque allí la conducción no es como aquí.

Hay otras normas:

Una vía con dos carriles para el mismo sentido, delimitados con líneas discontinuas, con un arcén y a la derecha del arcén unos 30cm de gravilla, hasta que ya se mezcla con la tierra del campo, ¿Cuántos carriles tiene a efectos prácticos? Respuesta: tres, el de la izquierda, el de la derecha y mitad del arcén + mitad gravilla, que hacen el tercer carril. ¿Por qué carril se efectúan los adelantamientos? Se pueden hacer por cualquiera de los tres carriles, aunque se empleará preferentemente el tercero.

¿Es posible dar marcha atrás en una “autovía”? Sí, siempre.

¿Se considera como vehículo un mulo tirando de un carro? Sí, siempre.

¿Podrá circular por la autovía? Sí, siempre.

¿Por qué  carril deberá circular? Por cualquiera de los tres, aunque preferentemente por el de la izquierda.

¿A qué velocidad deberá circular por autovía? A una velocidad alterna de 110K/h -20K/h, dependiendo del carril por el que vayas tú, de por donde te encuentres al mulo y de por donde te vayan a adelantar.

Allí los coches no van de 0 a 100 en 3 segundos, van de 100 a 0 en 1 segundo.

En fin, cuando por fin y gracias a Dios sanos y salvos nos bajamos del autobús, yo tenía un dolor de cabeza muy grande, así que cenamos y nos fuimos a dormir prontito, que mañana había más.



No hay comentarios:

Publicar un comentario