miércoles, 17 de marzo de 2010

Behind

Experimento sociólogo TV: (imaginémonos que ésto nos lo cuenta Mercedes Milá)

"6 PAREJAS QUE APENAS SE CONOCEN, VAN A CONVIVIR DURANTE 24 HORAS, EN UNA CASA AISLADA EN LA SIERRA, CUYO ACCESO SE ENCUENTRA MUY COMPLICADO POR EL TEMPORAL".

"Deberán sacar lo mejor de sí mismos para que esta experiencia no se convierta en un infierno para ellos..."

...

Las parejas deberían reunirse en un punto concreto de la ciudad más próxima a la citada casa, y una vez allí ponerse de acuerdo para desplazarse con los menores coches posibles y repartir los víveres. Una de esas parejas, por supuesto, Pin y Pon. Para ellos, la aventura empezó un poco antes, cuando su coche los dejo tirados a medio camino del punto de encuentro.

El gasolinero que les atendió se portó de escándalo, estuvo unos 45 minutos a muerte con el coche, les dió una garrafa de agua y les dijo que podrían continuar, si cada 20 minutos paraban a echarle agua al coche.
Tras muchas deliberaciones, la organización del programa decidió que no era seguro continuar en esas condiciones, por lo que se personaron para retirar el vehículo, sin embargo, deberían llegar al punto de encuentro sin coche, por lo que tendrian que arreglárselas ellos.

Pin comenzó a llamar a los compañeros (se les había facilitado sus teléfonos con anterioridad), pero en un principio no pudo contactar. Finalmente, y tras varias conversaciones,
una pareja concursante se ofreció a ir a recogerlos.

Una vez en la casa, SILENCIO. Lo más destacado, sin duda alguna. Ni siquiera el anuncio de una boda en abril del próximo año hizo que se animara un poco la cosa.

Y silenciosamente se pusieron a comer, con la tele de fondo, para que acompañase un poco. Imagínense ustedes lo que sucedió en la sobremesa, unos se miraban a los otros sin tema ninguno de conversación, con frío, con las digestiones ahí haciéndose en los respectivos estómagos... Había que hacer algo, algo muy urgente y muy grande para arreglar eso: “vamos a empezar ya con los cubatas, no?!

En dos horas se acabaron las existencias de alcohol previstas para un día entero, a las 7 de la tarde tuvieron que llamar “al super” para que les llevara más whisky (el súper, un crack, se quedó allí un ratillo echándose un par de cubatas también jaja).

Pero eso no es malo. Al contrario, eso es buenísimo! Porque nadie se emborrachó en gran medida (si, si, NADIE aunque algun@ por ahí piense que sí).

Y empezaron a fluir las palabras. Vaya si fluyeron, en algunos casos fluyeron más de la cuenta y se descubrieron
mentiras del pasado, sucesos oscuros que habían permanecido ocultos y que no todos conocían...

Conforme iba avanzando la tarde, algunos de ellos notaron algo raro en los otros, Oh! Dios mío! (Oh! my God!) Un extraño virus se iba apoderando de las parejas!

Síntomas:
 Hablar más de la cuenta.
 Sentir vergüenza de tu pareja.
 Reprocharle que está haciendo el ridículo o que te avergüenzas de él / ella.

Consecuencias: Dejar de hablarte con tu media naranja y sentarte en un sofá con los brazos cruzados.

Joputa el virus! Cómo se extendía el cabrón!

Pero una pareja logró desarrollar los anticuerpos necesarios, la clave estaba behind the swimming pool, porque los anticuerpos de esa pareja trabajaron MUY DURO para que no cayesen enfermos…

Una vez superado el mal, todo cambió (everything changed) . Empezaron a surgir los flechazos (it`s true); flechazos en la cocina, mientras se fríen costillas de cerdo, horas y horas en la sartén, hablando de Dios sabe qué (no quiero saberlo, me quedaré con la intriga). Flechazos en el sofá, aunque aquí si era obvio que uno de los dos estaba más entregado, al otro, porque durante la conversación se le iban los ojos a la tele, ya que pusieron un programa de sexo, (fucking fucking program) y cada vez que salían unas tetas, miraba furtivamente.

Y tras las maravillosas costillas, vino la salvación o destrucción de la noche: LA ALFOMBRILLA DE BAILE. Generó odio y pasiones casi por igual. Sirvió para descubrir para qué habían nacido algunos participantes:

-Mari, olvida las oposiciones, ser funcionaria no es lo tuyo, lo tuyo es el baileee!!!!

Qué decir de Manolo, que bailó todas las canciones pero no en la alfombrilla sino al lado, en el suelo haciendo de acompañante, gastó el dibujo de la baldosa.

Bueno, bueno, y el soldado behind the matorral, que tuvo una dura batalla, y giraba y giraba una y otra vez (Let`s twist again, soldier!). Se convirtió en un reto personal, el hombre contra la máquina.



Cuando ya no se pudo soportar más el reto entre el hombre y la máquina, todos los allí presentes se fueron a “dormir”. Algunos se fueron a la cama con la preocupación de que les caían las arañas del techo, otros de que, sin saber por donde les había venido, esa misma mañana habían puesto la fecha de la boda, los últimos pensamientos de otros fueron que aquella borrachera en la feria quizás había sido algo más, los pensamientos de otros no sabría traducirlos porque seguro que estarían en inglés…

Pon pensaba en Pin y en su maltrecho coche, y Pin… En qué podría estar pensando Pin?? Pues Pin no las tenía todas consigo, porque pensaba en que la habitación era muy pequeña para dormir cuatro personas y que el día anterior “las cartas habían hablado” y no se fiaba ni un pelo de los compañeros de habitación. Lo que las cartas dijeron algún día se contará, no será hoy. Pero las cartas fallaron, no se si eso es bueno o malo... La verdad es que fue una oportunidad única...