lunes, 1 de noviembre de 2010

DÍA 2: NAVEGACIÓN

Si, íbamos a pasar tooooodo el día en el barco y sin poder salir, pero de verdad os digo, que uno no se aburre allí, que hay cosas que hacer, esa gente trabaja para eso, para que recuerdes tus vacaciones en el mar como una fiesta sin fin.

Pues nada, nos levantamos, sobre las 10, conseguimos llegar como pudimos donde se servía el desayuno, no sabíamos si había que subir o bajar las escaleras, ir pa la izquierda o la derecha, y cuando por fin Pon tenía sus tostadas con aceite y kilos de azúcar encima, me dice el gracioso:

-  vamos fuera a desayunar???

Pon ya sabe que ciertas miradas mías son muy aclaratorias, siempre indican negación obstinada. Ya sabéis el susto de la noche de antes cuando estuve 2 segundos en cubierta.

Total, que cuando terminamos nos miramos y nos dijimos “¿qué hacemos hasta que Maite se despierte?”. Pues no sé, vamos a ponernos los bikinikis y vámonos a la cubierta.

Allí, nos encontramos a la compañera de Maite y a su amiga, que nos indicaron que arriba en las hamacas se estaba mucho mejor y nos fueron dando instrucciones de lo que mayormente se hacía en un crucero: tostarse al sol.

Y yo os digo, si no os gusta mucho eso de tirarse a la bartola, y sois más de acción, podéis imaginaros que el diámetro del barco es una pista de atletismo, os ponéis vuestras mallas, deportivas, podómetro (vamos que al tío le faltaba el dorsal) y hacéis unas 11 o 12 vueltas, que son las que yo le conté al colega éste, que al final le íbamos cronometrando las vueltas rápidas como en la F1. Que tiene tela marinera, me imagino yo al colega haciendo la maleta y pensando: “esto para por las mañanas, que no me falte mi caminata diaria”.

Y en estas vino Maite y nos enseñó lo que es bueno: la posibilidad de empezar a beber cócteles a las 11 de la mañana. A partir de aquí, lo demás vino rodao.

Margarita para Pin, Costa Azul para Pon, y así sucesivamente, hasta que el equipo de animación del barco empezó la jornada laboral y ahí se desató la locura de Maite, y los siguientes 7 días fueron un no parar de bachatas, merengues, chachachás…

La locura de Maite?? Y qué decir de la demostración de habilidades sobre el escenario del participante nº 1 en el concurso “Piernas Bonitas”!!!  Y qué bailes, y qué apertura de piernas, y qué movimiento de pelvis.

Después de esos momentazos de risas y risas y de enterarnos de que Maite venía de Madrid, nos fuimos a relajarnos un poco al jacuzzi. Pero había un problema, estaba petao y éramos 6, por lo que nos fuimos metiendo poco a poco, uno a uno, así como el que no quiere la cosa hasta que echamos a la familia que estaba dentro. Y le empezaron a botar las tetas a la amiga de la compañera de trabajo de Maite, y Pon, ya sabéis como es Pon, anda que se iba a callar el muchacho.

Y yo os digo, os doy mi opinión, he nacido pobre y a mi el jacuzzi no me gustó, me agobiaba mucho el calor, y me fui de allí. Bueno, nos fuimos todos porque nos llamaron para pasar revista ante los israelíes.

Es decir, la cosa consistía en que como a los dos días íbamos a visitar su país, esa gente quería vernos el careto uno a uno  por si teníamos aspecto de terroristas (menos mal que Juan no vino) y preguntarnos por la familia y esas cosas.

Y yo tengo una pregunta que me ronda desde aquel día: Si ese era el día de navegación y el barco zarpó el día anterior a las 9 de la noche aproximadamente desde Atenas, y si la llegada al próximo puerto era al día siguiente sobre las 6 de la mañana, es decir 35 horas navegando sin parar, ¿CUÁNDO SE  SUBIÓ ESA GENTE AL BARCO?

  • Estuvieron todo el tiempo allí infiltrados con nosotros?
  • Se subieron en mitad de la ruta desde una lancha motora?
  • Son parte de la tripulación y todo fue un paripé?
  • Viven allí?
Pues nada, después de sellarnos el pasaporte, mirarnos fijamente a los ojos y preguntarnos si éramos Pin y Pon, nos fuimos a hacer la segunda actividad oficial cuando uno se va de crucero: COMER COMO CERDOS, OSOS, Y CON GULA ASQUEROSA.

Ya os voy a decir el orden de las actividades:

  1. Beber
  2. Comer
  3. Bailar bachata y derivados (rock&roll no mola).
Después de comer, señores, ya sabéis, toca irse a dormir la siesta, siesta que duró miles de horas.

Bueeeno, ya seguiré contando después de la siesta, que toca cena de gala con el capitán.


PD: en serio, ¿dónde se montaron los israelíes?
PD2: sí, el barco sobrevoló algunas islas griegas.

2 comentarios:

  1. Me encantaaaaaaaaaaaaa!jajajaja, me duele la barriga de reirme!jujuju!el baile de número 1!jajajaja!

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  2. ¿Israelíes pasando revista?
    ¿El rock&roll no mola?
    Pues sí, menos mal que no fui xD

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